¿Puede Resilir el sistema educativo?

Hace muchos años que el sistema educativo no da buenos resultados. Aunque tal vez, todo depende de cómo entendamos cuáles son los resultados que debe cumplir el sistema educativo. Pero estos años más recientes son especialmente convulsos. En este artículo aportaremos algunas pinceladas sobre las miradas que estamos realizando en nuestro trabajo de investigación.
Comúnmente, cuando se habla del sistema educativo y su problemática,
se hace en función del emisor del mensaje y su opinión. Pero si
aplicamos teorías como la de complejidad, sistemas, de conjuntos,
información o del caos y áreas de conocimiento como la infocomputación,
la informática, la biología, la ingeniería, incluso, en nuestra
observación para intentar entender lo que está pasando, hallaremos
nuevas vías de comprensión. Actualmente, el abordaje que se realiza,
está en un bucle sin salida, en un punto muerto al que nos ha llevado el
abordaje parcelado, de parte y subjetivo. Con nuestros estudios,
comprendemos que el sistema educativo, es un sistema que se
acoge a las leyes y dinámicas de todos los sistemas, y eso
implica que hay cuestiones que pueden tenerse en cuenta a la hora de
diseñar abordajes formativos que se enfoquen en comprender la situación,
en saberse miembro del cuerpo docente, parte del sistema educativo, y
persona sintiente que experimenta una situación concreta. Hay cuestiones
sociales que está conllevando un cambio global, y hemos de tener en
cuenta que la humanidad está en continua evolución. Y hay que tener en
cuenta, que formamos parte de un cuerpo unificado, compuesto de
personas, en el que todos nos afectamos a todos. La acción, incluso el
pensamiento de uno de nosotros, afecta inevitablemente al conjunto.
Pero, ¿por qué es importante todo esto?
Porque
cada persona cuenta, y porque la resiliencia no solamente es la
individual o la comunitaria. La resiliencia implica precisamente activar
la mirada crítica a una situación o un sistema que no está funcionando
orgánicamente. Implicaría observar, pensar y analizar qué está
ocurriendo para que esto suceda, y qué puede hacerse para restablecerlo.
Resiliencia no es adaptarse y resistir. Resilir implica aceptar el
papel que cada uno tiene en el sistema, entender y hacer lo posible en
cuanto puede hacerse.
El discordante funcionamiento del
sistema educativo durante años, ha tenido un efecto de enquistamiento y
cuello de botella en el que el flujo está interrumpido. Es necesario
analizar cómo se ha llegado aquí, y que podemos hacer al respecto.
Porque esta situación está comportando mucho sufrimiento personal, por
parte de profesores, alumnos, familias. Y porque se está perdiendo a
nivel social, la oportunidad de hacer las cosas diferentes con niños y
adolescentes.
En nuestro trabajo, tenemos muchas pistas sobre eso, y tenemos una idea de cómo podemos empezar a actuar al respecto.
En nuestra web y nuestras redes, iremos compartiendo las publicaciones y participaciones académicas que estemos realizando. Así como las actividades, cursos y charlas que diseñemos y ofrezcamos.